Realmente las cosas se están poniendo mejor. Mucho mejor. Os escribo desde Basildon, Essex (Los Depeche Mode son de aquí jojojo) mi nuevo hogar. Siento que por fin soy completamente feliz aquí (quitando los 12 primeros días, que no los cambio por nada) y que puedo disfrutar de mi estancia en UK. La verdad es que un hogar, hace mucho. Pienso en las personas que no tienen dónde estar y me siento horrible. Llegar cansada de trabajar y poder sentarte a charlar un rato, tener sobremesa... cosas que sólo apreciamos cuando las perdemos... Increíble. Las personas con las que estoy son realmente adorables, son como mis tíos.

Sólo decir que estoy genial, que me esperan muchas emociones esta semana y que una buena es ver otra vez The Vampire Diaries en la tele. Damon is too hot.

(Es la entrada más tonta que he hecho en mi vida pero hoy no me siento capacitada para esto).

Nos vemos prontito.

Reasons

Buenas noches a todos. Prefiero contaros ya lo que tanto me atormenta porque la cosa se ha puesto peor. El jueves por la mañana Èlia se encontró algo que paseaba por nuestra cocina. Nos dijo que era un rata pero no lo sabía seguro, iba rápido, era oscuro... Estuve todo el día pensando en ello, sentía cosas raras... Cuando llegué a casa después de la escuela pensé que eran paranoias pero escuché un ruidito en la habitación. Lo dejé pasar y nos fuimos a cenar. Al volver de la cena (fue tarde porque aquel día nos entretuvimos hablando...) cogí el ordenador y me senté en la cama. Estaba hablando por skype con Xavi, con el ordenador en la falda y al alzar la vista... Un ratón estaba corretando por la habitación. Imaginaos. Tiré el ordenador a la cama, chillé de terror, corrí hacia arriba. Estaba asustadísima. El chico italiano que vive con nosotras bajó a comprobar si estaba y a tapar como pudo los agujeros. Esa noche dormí con Laura y el viernes con mi prima. El viernes limpiamos tres veces con lejía, tapamos los agujeros con piedras y bolsas y llenamos la habitación de veneno. El sábado me atreví a entrar. Tuve que dormir. Con los cascos. Pero pude dormir, y lo mismo el domingo. El lunes ya venían a arreglarlo. Vinieron y pusieron cemento en absolutamente TODOS los agujeros. Estaba tan contenta... Esta pesadilla había pasado. Me estaba volviendo loca. Los nervios... me mataban. A partir de todo esto, me dio un bajón bastante grande.

Anoche, contenta porque todo había pasado, me iba a dormir cuando justo iba a despedirme y cerrar el ordenador... algo empezó a agujerear el cemento (?) y pensé que ya estaba volviéndome muy loca pero no.. algo brillante se estaba asomando. Pegué mil patadas a la puerta y no se iba. Puse más veneno y piedras y corrí a dormir arriba. Esta tarde cuando hemos llegado, algo seguía intentando rajar la piedra. He hecho las maletas y me voy a una habitación que tienen mi mentor y su mujer en un pueblo cerca de Londres. Pero creedme que no aguanto más. No quiero vivir angustiada esperando algo.

Hola familia de Èlia que sé que estáis por aquí. Siento que os hayáis enterado así.

Mañana mismo me mudo con ellos. Mañana espero poder abrir el blog con una entrada más feliz.

Al final, al día siguiente sí nevó. Diez minutos de copitos que para mí eran como oro.

Hola a todo el mundo. La verdad es que podría describir esta semana como una de las más agridulces de toda mi vida con contenido buenísimo y malísimo. Tampoco puedo contar mucho de lo que ha pasado, porque tampoco quiero recordarlo, es muy desagradable. Pero estoy mucho mejor que estos días y veremos cómo va... (no, no me ha dejado el novio ni nada, que lo parece. Hola cariño, te quiero jajaja). Ya más adelante os contaré.

Ayer estuve en Roller Disco en Vauxhall. Es una discoteca típica americana donde todo el mundo va con patines y dan vueltas a una pista con muchas luces y sofás. Hay dos salas, un estilo 80's y otro un poco más funk y reggae. Para la gente inepta como la menda, sólo nos quedaba mirar lo que hacían los otros. Vamos, que patinar, patiné poco. ¡Y qué rabia, porque le caí tan bien al de las zapatillas que me dio unos patines con luces en las ruedas! Me dijo que así cuando me cayera, todo el mundo me haría fotos y se reiría de mi (vale). Cuando entrabas a la pista, los responsables, si ibas lento, te echaban, así que sólo pude dar unas 4 o 5 vueltas, eso sí, nunca sola. Hasta que Fra, el novio de mi prima, la empujó y nos caímos al suelo. ¡Vaya porrazo! Eso sí, todos ellos se la pegaron unas 50 veces al minuto y hoy tienen unos moratones y dolores...

Este mediodía nos hemos ido a pasear a Portobello a comprar unas cositas de fruta y verduras y a pasear... ha sido muy agradable. Como un poco de calma en estos días feos. He descubierto que me encanta mirar verduras.

En el colegio, genial como siempre. Mi profesora le va diciendo a todo el mundo lo mismo: "En 5 años, Vanessa será directora de un colegio". Dice que le daré empleo como profesora de inglés, ya que de español no entiende nada. Es genial.

En dos semanas estaré en casa unos días, por fin, no sabéis lo que lo deseo. ¡No pienso en otra cosa que en volver!

¡Hasta pronto, pequeñines!